Mi idea del ser

viernes, 2 de diciembre de

 

Hace un buen tiempo que deje de ser quien era para convertirme en lo que soy, soy ademas una obra inacabada, un ser que tiende al buscar su plenitud y mientras llega, esta trascendencia se desarrolla, mentiría si el ayer hubiese sido en vano pero tampoco me estaciono en la regla de los desencantos, de las nostalgias interminables de los hubiera, el bien o el mal que he realizado contra mi prójimo va quedando como una huella en el mar, y solamente si no renaciera y me recreara en la esperanza que acompaña mi caminar seria como aquellos que lloran sin parar o que nostálgicos recorren cual fantasmas una y otra vez los hecho cometidos como si en estos fuera a para su propia existencia.



La vida es así, una experiencia nueva para quien emerge de su propia oscuridad una y otra vez amparado en la esperanza de un ser luminoso y pleno que se promete así mismo. La vida es así, una oportunidad de mejorar continuamente, de dejar atrás una historia para reiniciar en un punto tal que la gloria este al alcance y se manifieste en probadas de felicidad y sabiduría para afrontar y asumir el dolor como parte integral de nuestra existencia.



 

Hoy hace un buen tiempo que deje atrás a ese quien fui, realmente no me reconozco en la lejanía del ayer, marcho contento con quien soy hoy. El hombre cambia pese a quien ofuscado por sus temores se atreve a negar esa realidad, el hombre no es estático, es dinámico, se mueve, se transforma, se realiza a cada paso que da y si busca la sabiduría a la puerta de sus anhelos la encontrara encontrándose así mismo ante la nueva creación de su ser.



Hoy hace un buen tiempo que deje de ser quien era para convertirme en lo que soy, ya no puedo ofrecer el bosquejo en mi de las nostalgias o de los rencores, ni la pintura que añeja en si viejos pleitos o malos entendidos, las disculpas no dadas, las alegrías no vividas, los temores de antaño se esfuman como las nubes dejando aparecer un sol radiante que significa una realidad llena de esperanza y amor por la sabiduría que dadivosa se derrama en el corazón de quien le ama, de quien le busca y hace de ella el banquete de su plenitud.

 

 

Fuente: parroquiaicm.wordpress.com 

 

 

Oleada Joven