En aquel tiempo, Jesús exclamó: "Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera".
Palabra de Dios
En el Evangelio de San Mateo se nos dice hoy, fiesta de San Buenaventura, un pastor santo y sabio, que sólo Dios es nuestro Padre Celestial, que sólo Jesús es nuestro doctor, que nos enseña la verdad de lo que somos y la de nuestro destino, y que entre nosotros el mayor es el que sirve a los demás.
Nos enseña la Iglesia, con el Evangelio en la mano, que no tendremos entonces otro Dios que nuestro Padre que está en los Cielos, no nos hemos de vender a nada, ni a nadie, porque sólo Dios es nuestro Dios, sólo Dios es el verdadero Dios. Hemos de rechazar la mentira de los ídolos, para vivir en el corazón de Dios nuestro Padre, que tanto nos amó que entregó a su Hijo en la cruz, para que hechos hijos en su Hijo, que murió y resucitó por nosotros, fuésemos capaces de imitar su libertad y su amor.
Nos enseña el Evangelio, que en estos Doctores, Jesús el Hijo de Dios hecho Hombre, quien es la Verdad, porque con su vida y sus palabras nos enseña lo que somos, porque el misterio del hombre sólo se esclarece en su misterio. ¿Quieres saber quién eres? Mira a Jesús, escucha al Señor, Él es nuestro Maestro, sólo Él. No nos vendemos, no nos entregamos, por la gracia de Dios; somos pregoneros de la Verdad, debemos serlo; somos instrumentos del amor, debemos serlo.
Nos enseña San Mateo que el mayor entre nosotros es el que sirve a los demás. Si Cristo es el que sirve a su Padre y a sus hermanos en el amor hasta la muerte, así debemos ser nosotros, debemos servir y no querer ser servidos. Queremos ser como una fuente de agua pura para que aquellos a quienes nos acerquemos reciban la luz de la verdad, y experimenten la vida de la caridad. Así fue Cristo, así fue y es su servicio, así debemos, podemos y queremos ser los cristianos.
Hoy el Señor nos envía a ser hijos de Dios Padre, testigos de la Verdad, servidores de Dios y de nuestros hermanos. Amén.