En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Creedme; difícilmente entrará un rico en el Reino de los cielos. Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de los cielos". Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: "Entonces, ¿quién puede salvarse?" Jesús se les quedó mirando y les dijo: "Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo". Entonces le dijo Pedro: "Pues nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?" Jesús les dijo: "Creedme, cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel. El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre y madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos serán primeros".
Palabra de Dios
Reflexión: Monseñor Fernando Maletti | Obispo de la Diócesis de Bariloche
Acabamos de escuchar queridos hermanos y hermanas a Jesús hablarnos sobre el peligro de las riquezas y construyendo el Señor este párrafo que acaba de ser leído, nos dice que para los hombres esto es imposible , pero para Dios todo es posible.
En estos tiempos mediáticos donde muchas veces la comunicación, supera la firmeza de la fe, o nos va como transfiriendo o relativizando aspectos que en una cultura de fe o en una atmosfera de fe, no se ponían en tela de juicio y ahora si. Es ciertamente que a todos, personas, familias, comunidades, se nos como impulsa a dejar de lado el Dios verdadero y adorar dioses falsos y entre esos dioses falsos, nos enseñan sobre todo los padres de la iglesia de la antigüedad, además del Dios poder y el Dios placer, esta el Dios dinero .Este último como que engloba a los dos anteriores y a todas aquellas idolátricas realidades a las que nos adherimos conciente o inconcientemente.
Por eso la enseñanza de Jesús es que podamos tener aspiraciones, podamos tener sueños respecto a las cosas materiales, pero que cuando las tenemos sepamos que son también un regalo y un don de Dios, que hoy lo tenemos y mañana podemos no llegar a tener.
En este sentido nos enseña mucho la vida de los santos que de lo primero que se despojaban cuando descubrían el camino del Señor, precisamente era de sus bienes y los compartían. Esto también signifique para nosotros, en este momento, en esta época de la historia, un llamado muy fuerte a que hay más alegrías en dar que en como en recibir y como decía la Madre Teresa de Calcuta: “Ama y cuando te canses de amar continua amando.”
Que el Señor los acompañe, los bendiga y que tengas todos un buen día.