Evangelio segun San Lucas 12, 39-48

miércoles, 20 de octubre de
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Jesús dijo a sus discípulos: "Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada". Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?". El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno? ¡Feliz aquél a quien su señor, al llegar, encuentra ocupado en este trabajo! Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. Pero si este servidor piensa: "Mi señor tardará en llegar", y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles. El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. Pero aquél que, sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más".

Palabra de Dios


Monseñor Santiago Olivera | Obispo de la Diócesis de Cruz del Eje



El evangelio que hoy tenemos para reflexionar, nos revela de alguna manera una actitud que podemos tener todos. Junto con Pedro cuando Jesús alerta de que hay que estar preparados, le pregunta, yo diría sencilla y amistosamente al Señor, si esta parábola es para él o para todos, también si es para todos y para ellos no.

 

Muchas veces ciertos privilegios que podamos pensar al estar cerca de Jesús, sin embargo, el Señor nos dice que esta palabra es para todos, todos tenemos que estar preparados y todos tenemos que estar dispuesto. A veces uno en la vida sacerdotal, he escuchado, algunos que han sufrido mucho, porque yo he tenido que sufrir tanto si soy muy católico, muy cristiano o muy cristiana, y me toca esto de cierta injusticia, yo creo que esta velada esta búsqueda de ciertos privilegio. El ser Cristiano no es una vacuna, contra todo riesgo, a veces los cristianos tenemos que también poner nuestra vida en una respuesta bastante exigente eso significa la preparación.

 

Yo siempre pienso en este texto, cuando los preparativos nuestros, cuando yo hago un examen, cuando yo tenia que dar un examen me dejaban estar hasta el final siempre prometía la próxima vez, estudiar cada día, leer cada día, cuando tenia la fecha sentía que se venia el mundo encima con poquito tiempo, es que no estaba tan preparado, o lo mismo cuando voy hacer un viaje, empiezo la valija un rato antes, digo si lo pudiera a ver organizado antes, así es nuestra vida espiritual, debemos estar preparados, tenemos que estar como para examen, hoy porque hoy es el momento, de la salvación y del posible encuentro con Dios, uno no sabe el día ni la hora pero estando preparados, confesados, con fidelidad cada día, estando en gracia yo puedo esperar ese encuentro, con absoluta libertad y también con gozo del encuentro. Esperar esta venida exige vigilancia, implica vigilancia activa porque con este ejemplo del ladrón que a todos nos sorprende, sabemos que va entrar, nos preparamos, esto es lo que esta buscando Jesús que esa exigente porque el quiere venir a nuestro encuentro y encontrarnos bien, encontrarnos dispuestos, encontrarnos dóciles, encontrarnos preparados.

 

Pidamos al Señor entonces, el don de la preparación ya que cada día podamos estar listo para el encuentro, para el abrazo del Padre que nos Ama, yo creo que aquí Jesús no quiere asustarnos, sino que quiere fortalecernos para que lo inesperado de su venida, ninguno sabemos ni el día ni la Hora, que nadie sabemos, todos sabemos que vamos a morir, pero sabemos que en el plan de Dios esta pensado porque es muy importante ese paso para nuestra vida pero no sabemos ni el día ni la hora, por lo tanto debemos fielmente, estar atento, y vigilante, pidamos al Señor entonces tener esa mirada, atenta , y la vida preparada para el encuentro…

 

Oleada Joven