Evangelio segun San Lucas 14, 1-6

martes, 26 de octubre de
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Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Jesús se encontró delante un hombre enfermo de hidropesía y, dirigiéndose a los letrados y fariseos, preguntó: "¿Es lícito curar los sábados, o no?" Ellos se quedaron callados. Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió. Y a ellos les dijo: "Si a uno de vosotros se le cae al pozo el burro o el buey, ¿no lo saca en seguida, aunque sea sábado?" Y se quedaron sin respuesta.

Palabra de Dios


Monseñor Marcelino Palentini | Obispo de la Diócesis de la Diocesis de Jujuy

 

 

Queridos jóvenes, queridos oyentes, nuevamente el Evangelio de hoy Lucas 14, 1-6, nos presenta un enfrentamiento de Jesús con los fariseos y un enfrentamiento que se va dando debido, una vez más, a una curación que Él realiza a un enfermo de hidropesía el día sábado. Y acá viene el desafío de Jesús a estos doctores de la ley, los fariseos: ¿Está permitido sanar el sábado o no? Ellos se quedan callados, saben que Jesús de todas maneras haría el milagro pero están al acecho para ver si realmente cumplen con la ley fría ó viven el amor.

 

Una vez más, nos encontramos con la ley que se enfrenta con el amor al prójimo, una ley fría que puede condenar y el amor que quiere salvar; y Jesús usa un ejemplo sencillo, les dice: “Si a alguno de ustedes se les cae en el pozo su hijo o un buey, acaso no lo saca enseguida aunque sea sábado?”. Evidentemente frente a este argumento tan sencillo y tan concreto no tienen una respuesta, la simpleza y la firmeza de Jesús son un ejemplo para nosotros también cuando tenemos que revisar nuestras acciones y nuestras interpretaciones de la Palabra, no tenemos que estar discutiendo cosas que van simplemente en la frialdad de la ley y tapan, quieren destruir el valor profundo, grande y comprometedor del amor. La hipocresía siempre va en contra de la verdad, la hipocresía siempre va en contra del amor; la hipocresía, la mentira, siempre va en contra del hombre. Y por lo tanto, Jesús nos enseña a poner en el centro de nuestra vida al hombre; sobre todo al hombre necesitado, al hombre excluido, al hombre marginado en la sociedad, al hombre que más sufre, al más pobre (en todo sentido). Por eso, Jesús nos invita a no dejarnos convencer por leyes fría sino entusiasmar por la ley del amor.

 

 

Señor, te pedimos que todos nosotros vivamos en el amor, que todo lo que tenemos que hacer lo hagamos con entusiasmo y con alegría. Que no nos sintamos cohibidos, inhibidos, embretados a veces por leyes que no nos permiten amar sino por el contrario, que tengamos la capacidad de mirar al prójimo que nos necesita y al prójimo darle la respuesta del amor todas las veces que nosotros podemos hacerlo.

 

 

Gracias Señor por las oportunidades que nos das de vivir el amor en las pequeñas cosas de todos los días, sirviendo a nuestros hermanos.

 

 

¡Hasta la próxima semana si Dios quiere!

 

 

 

 

Oleada Joven