Evangelio segun San Lucas 1, 39-45

lunes, 20 de diciembre de
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 Por aquellos días, María se puso en camino y fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y cuando Isabel oyó el saludo de María, el niño saltó en su seno. Entonces Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó a grandes voces:  «¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! Pero ¿cómo es posible que la madre de mi Señor venga a visitarme? Porque en cuanto oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. ¡Dichosa tú, que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá».

Palabra de Dios


 

Monseñor Fernando Maletti   Obispo de la Diócesis de Bariloche



Queridos jovenes, querios muchachos y chicos, muy amados hermanos y hermanas en el Señor:

Hoy, ya a 4 dias de la nochebuena y de la navidad, la liturgia nos presenta la visitación de Maria a su prima Isabel, este gran acto que nos reafirma en lo que nos esta pasando en estos dias previos a la venida del Señor. La esperanza de saber que Dios llega al hombre. Tambien María vivió la esperanza de llegar a acompañar en un acto solidario muy importante, que es como en la mirada de la virgen la solidaridad puesta visible para que todos nosotros la imitemos, de encontrarse con su prima Santa Isabel que estaba embarazada.



El adviento, como ya sabemos, es tiempo de esperanza y tenemos que esforzarnos para cultivar esa virtud tan atractiva y  tan necesaria, y tenemos que desarrollar cada vez más las dimensiones de la esperanza como virtud. Por eso lo primero que tenemos que rezar en estos días, es agradecerle a Dios la visita, asi como Isabel agradeció la visita de María.  Y con Jesús viene la salvación y la fuerza de cada uno de nosotoros, tambien la belleza y la alegria. En un mundo, en un contexto donde muchas veces estamos tristes y desalentados, sentimos que nadie nos quiere, que todas las puertas se nos cierran….. la esperanza supone un gran deseo, supone hambre y sed. Por eso es importante que no estemos demasiado detrás de las pequeñas gratificaciones, pedirle al Espiritu Santo que supremos esos pequeños deseos cotidianos por el gran deseo de Dios.



La esperanza es una virtud vigilante, en espera. Esta espera que es activa, y que por lo tanto tiene que hacer superar ciertas alienaciones que nos hacen frustrarnos frente a realidades que no nos hacen bien y que nos ponen tristes e impacientes. En este sentido la esperanza tiene que ser paciente, es decir no cansarnos de eserar. Y algo muy importante para todos nosotros, en especial para ustedes los jóvenes para que nos lo contagien a los adultos, es que la esperanza es alegre. Debemos ser gente que trabaje y luche para no deprimirnos y desanimarnos con facilidad; contagiar al mundo la alegría es decir que, en el fondo, que pase lo que nos pase, el Espíritu siempre nos consuela.  Ese Espíritu que animó a María a tener esperanza y dar a luz. Por eso la esperanza es valiente, hace que no nos acobardemos frente a las dificultades.



Tambien en estos dias de Nochebuena y Navidad, que estamos esperando la venida del Señor, la esperanza es una actitud fundamentalmente comunitaria que nos hace superar el autismo, el individualismo, que nos hace superar tambien esa competitividad y cierto sentido de que cada uno puede hacer todo solo, que no necesitamos de los demás. Por eso la esperanza como virtud teologal tiene que estar asentada en Dios. Tenemos que apoyarnos en nuestros carismas, capacidades, nuestras fuerzas pero desde Dios. Esto es fundamental para que podamos encontrar el sentido que lo que Dios que llega al hombre viene a traernos. 



Por eso queridos chicos y chicos, pidamos en estos dias previos a la Navidad, a la virgen de la esperanza, a la virgen de la oración , a la virgen embrazada de Dios que nos haga admirar el amor infinito de Dios hecho hijo suyo, que nos haga escuchar entrañando con más intensidad cada dia la palabra, y nos haga comulgar de una unión maravillosa con Jesús, como ella como madre con su hijo. En el fondo,  estos días es para estar muy cerca nosotros como criaturas de nuestro creador.



Que Dios los bendiga, que Dios los acompañe y les de la gracia que más necesiten.  

 

Oleada Joven