Pasamos mucho tiempo frente a la computadora, navegando y participando de distintas redes sociales. Es una herramienta, no es ni buena ni mala. El Papa Benedicto XVI nos invita a asumir con responsabilidad la tarea de compartir el mensaje de Jesús con nuestros pares.
“ ¡No tengáis miedo!.¡No tengáis miedo de las nuevas tecnologías!, ya que están “entre las cosas maravillosas” –“Inter mirifica”– que Dios ha puesto a nuestra disposición para descubrir, usar, dar a conocer la verdad “
Carta Apostólica "El rápido desarrollo" de Juan Pablo II
a los responsables de las comunicaciones sociales
Ciudad del Vaticano, 21 de febrero del 2005
“A vosotros, jóvenes, que casi espontáneamente os sentís en sintonía con estos nuevos medios de comunicación, os corresponde de manera particular la tarea de evangelizar este "continente digital". Haceos cargo con entusiasmo del anuncio del Evangelio a vuestros coetáneos. Vosotros conocéis sus temores y sus esperanzas, sus entusiasmos y sus desilusiones. El don más valioso que les podéis ofrecer es compartir con ellos la "buena noticia“ “
Papa Bendicto XVI en la Jornada Mundial de las Comunicciones Sociales
Varicano, 24 de enero de 2009
Necesitamos santos sin velo, ni sotana.
Necesitamos santos con jeans y zapatillas.
Necesitamos santos que vayan al cine, que escuchen música, que caminen con sus amigos.
Necesitamos santos que coloquen a Dios en primer lugar y que sean lanzados en sus universidades.
Necesitamos santos que tengan tiempo diario para la oración y que sepan enamorarse de la pureza y la castidad o que se consagren a su castidad.
Necesitamos santos modernos, santos del siglo XXI con una espiritualidad que encaje en nuestro tiempo.
Necesitamos santos comprometidos con los pobres, y con los necesarios cambios sociales.
Necesitamos santos que vivan en el mundo, que se santifiquen en el mundo, que no tengan miedo de vivir en el mundo.
Necesitamos santos que tomen Coca-Cola y coman panchos, que usen jeans, que sean actuales.
Necesitamos santos que amen apasionadamente la Eucaristía y que no tengan vergüenza de tomar una cerveza o comer una pizza un fin de semana con los amigos.
Necesitamos santos que les guste el cine, la música.
Necesitamos santos sociables, abiertos, normales, amables, alegres, compañeros.
Necesitamos santos que estén en el mundo y que sepan saborear las cosas puras, buenas, y no las mundanas.
Juan Pablo II