María, Madre de Dios y Madre mía, intercede por mí ante tu Hijo para que me dé un corazón pobre capaz de amar, capaz de abrirse al dolor de los demás.
Que Él me regale un corazón paciente que pueda de entregarse con esperanza y fe.
María, Hija de Dios y Hermana mía, intercede por mí ante el Padre para que me conceda un corazón capaz de amar, capaz de irradiar paz para los que se encuentren conmigo.
Que Él me proporcione en la medida de lo posible un corazón que luche por la verdad, la justicia y la libertad.
María, Esposa Inmaculada y Señora mía, intercede por mí ante el Espíritu Santo para que me conceda un corazón capaz de amar, capaz de descubrir sus signos en la historia.
Que Él me ayude a abrigar el evangelio en el corazón, y me conceda la alegría de la fidelidad en la entrega.
¡Bendito sea Dios por dejarte a Vos Señora, Hermana y Madre para interceder ante El!
Amén.
Carolina Lizárraga