Su madre y sus hermanos fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud.
Entonces le anunciaron a Jesús: “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte”.
Pero él les respondió: “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican”.
¡Hola querida audiencia de Radio María! Otra vez nos encontramos, este Martes 24 celebramos también el día de nuestra Señora de la merced.
El texto del evangelio de hoy, es muy sencillo y nos cuenta acerca de Jesús, de sus hermanos y su madre. Jesús está atendiendo a mucha gente que está escuchando su palabra y de pronto “la madre y los hermanos” de Jesús, dice el texto, van a verlo y no pueden acercarse porque la multitud se los impide. Acá el “se los impide” quiere decir que no podían llegar porque era tanta gente que estaban alrededor escuchando con atención seguramente o preocupados por alguna razón.
Cuántas veces, nosotros como discípulo de Jesús, hermanos de Jesús, tenemos que admitir esto ¿no? Dios, Jesús, no es solamente para “nosotros”, sino que va ateniendo a muchos ¿no? A veces nuestras quejas como hermanos de Jesús, decimos: “Uh, Jesús no me está escuchando”. Es mejor siempre pensar: ¿a quién estará escuchando? ¡Siempre me escucha Jesús! Pero a veces tengo esa sensación, “que Jesús no me atiende”, “que Jesús no me escucha”. Bueno ahí pensar: ¿a quién estará atendiendo? seguramente lo está necesitando más que yo. Ya se va a dar el momento que me hará sentir de su presencia, su bondad, y su amor.
¡Alguien le avisa a Jesús, dice el texto, “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte”. Y que lindo lo que respondió Jesús: “mi madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la práctica”. Como diciendo, “estos que están ahí afuera esperándome, donde está mi madre, también escuchan habitualmente la palabra de Dios y la práctican ¿no?.
Pensaba, como “muy sencillamente”, por un lado nos sabemos hermanos de Jesús. Y … que lindo que Jesús mismo, destacara en nosotros, que somos los que escuchamos la palabra de Dios y la practicamos. Fíjense que primero está la escucha, escuchar la palabra de Dios ¿Cuánto dedico a esto, a encontrarme con su Palabra, a escucharla con el corazón? Reflexionarla cada mañana, cada tarde, según como puede ser la costumbre de cada uno. Pero lo importante es que primero escucho. Me meto en esa voz preciosa del Señor, en su Palabra. ¿La escucho?, ¿la tengo presente en mi vida?. Y ¿a qué me mueve? ¿a qué me lleva escuchar con el corazón su Palabra? “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la práctica”.
Renovar hoy, este Martes, primero en cumplir la palabra, renovar en nosotros, nuestro encuentro con la Palabra, es Jesús ¿no?. Está ahí y pensar: qué lindo, porque Jesús, lo que más destaca de este grupo que va a verlo, dónde está su madre, es que escuchan la palabra de Dios y la practican. Qué lindo que Jesús “está acá”, en cada uno de nosotros y en todos nosotros como pueblo suyo, que somos los que escuchamos la Palabra y que la ponemos en práctica.
¡Muchas gracias! Hasta el martes que viene.
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