Te valés de TODO

jueves, 18 de enero de
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En mis peores momentos, cuando siento que soy un niño de 3 años que se cae y espera a que su mamá lo levante con los brazos extendidos, justo ahí, Vos salís y me abrazas… y me recuerdo humano, me recuerdo de cómo te valés de todo.

Puedo intentar sacarte de mi corazón, puedo querer no haberte conocido, porque siento que lo que me pedís es mucho… pero es ahí donde vos te valés de todo (y me recordás que no me vas a dar algo que no pueda soportar).

Puedo reconocer mi pecado, sentirme la peor de todos, tener culpa y no querer perdonarme a mi misma… pero es ahí que te valés de todo.

Hasta incluso en mis momentos de consolación, donde siento plenamente Tu abrazo, donde actúo acorde a Tu Voluntad, donde deposito en cada acción lo mejor de mí…Vos te valés de todo.

Es tan hermoso reconocer cómo, durante toda mi vida, Vos te valés de todo… es tan hermoso reconocerte Padre y Madre, reconocerte misericordioso…

… Es tan hermoso notar que para Vos ningún aspecto, ningún accionar, ni circunstancia de mi vida es un desperdicio… porque justamente, ¡te valés de todo!: De todo le sacas el lado bueno, de todo una enseñanza me dejás y, en este peregrinar, sé que puedo llegar a desviarme de Tu Voluntad pero también sé que es sano reconocerme humano y que, ante todo, tu espera es infinita.

Gracias, Papá Dios: ¡No abandones la obra de Tus Manos!.

 

Milagros Frida