Mi Señor, tu me llamas, desde una edad muy joven, querés que dé mi vida por Vos, querés que gaste mi vida por mis hermanos, morir para que otros vivan…
Por eso Señor, te pido: “Concédeme la gracia de ser tu voz… Que no sea yo quien hable sino Vos”, que no sea yo quien mire sino sea tu mirada la que traspase con amor a los corazones… que no sea yo quien consuele sino Vos con tu dulzura…
Soy todo tuyo, me entrego a vos en esta misión… No soy digno, no merezco responder a esta misión a la que me llamas, pero confío en Vos, confío en tus planes para mí, confío en que todo va a ser para gloria y honra tuya…
Enséñame a ser paciente antes las dificultades que se presenten, dame la sabiduría de tu espíritu vivo para afrontar cada momento… Permíteme maravillarme y disfrutar de tu presencia en mis hermanos, en la naturaleza, en ese cielo que me regalas cada día para mi…
Quiero dejarme sorprender por Vos…
Mi Jesús, quiero ser tu misionero, ayúdame a responder a tu llamado con él mismo amor que tienes por mí, y con el me guardaste para ti, como Hija tuya…
Señor no permitas que me cierre en mis egoísmos, abre mi corazón, quiero que vivas en Él… Que ha ejemplo de Mamita María, pueda alcanzar esa humildad que tanto a Vos te agrada, donde yo pueda amar mi pequeñez y mi pobreza, sólo en Vos, Señor, tengo esperanza, tengo vida, sin Vos no soy nada, sin tu amor no valgo nada…
Quiero que vengas a mi con tu vida, esa vida de abundancia, que me sostiene, me conforta, me completa…
Amén
Candelaria Paz