No pierdas la pasión

lunes, 2 de marzo de
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Los días renacen con otro sabor, con otra magia, con su preocupación. Las horas vuelan en el reloj y la noche nos sorprende como un ladrón. A veces, el día pasa abrazando al corazón, silenciando la pasión. Así hay tantos nudos por desenredar, que las manos se olvidan de acariciar. Hay tantas piedras por arrojar,
que los brazos se pierden de abrazar. Hay tantas cadenas por cortar,
tantos ríos por cruzar,
tantas puertas por abrir,
tantos riesgos que afrotar,
tanta fuerza por perder,
tantas lágrimas por derramar,
que la vida se escurre en el tiempo sin poder amar.

 

Foto: Cathopic