Días de desierto, en los que cuesta caminar, yo solo te pido Padre, dame fuerza para amar.
Días de desierto, en donde la compañía es la oración, aquella que se reza en silencio, en la que se puede escuchar tu voz.
Días de desierto, de cansancio y dolor. Es largo el camino para el que no vive en el amor.
Días de desierto, y profunda contemplación. ¡Toda tu obra es grande Padre, toda tu creación!
Días de desierto, y camino hacia Dios, voy con mis miserias, espero me perdones Señor.
Días de desierto, y solo te pido que aumentes mi fe. Para peregrinar a mi destino, para serte fiel.
María Valentina Suárez