¡Ya estoy en camino!

Me pongo en camino Jesús. Empiezo a recorrer estos 40 días para acercarme a vos. A paso lento pero seguro.

En estos 40 días quiero aprender a rezar(te), a escuchar(te), a amar(te), a abrazar y abrazarte en el necesitado, a consolar y consolarte en el que sufre, a caminar en caminos difíciles, a entregar todos mis miedos y preocupaciones.

Quiero aprender a contemplar lo más sencillo que veo en mi día a día, con el único fin de contemplar tu amor. Contemplar tu entrega en esa cruz.

Como un niño cruza la calle con total confianza de la mano de su madre, me pongo en camino de la mano de María, la dulce compañía que no defrauda, que escucha y abraza.

Jesús, que esta cuaresma sea un tiempo de detener y mirar; detener y sentir; y que luego de mirar y sentir, llegue el tiempo de convertir.

Que mi corazón aprenda, todos los días, a amar y a amarte un poquito más, a poner al otro antes que yo.

 

LucIa Pérez