¿ Y si le sacamos la careta a Dios?

domingo, 25 de febrero de
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Hoy te vengo a contar la historia de tres amigos: Pedro, Santiago y Juan.

Los tres eran pescadores, y meses atrás habían conocido a un Muchacho de Nazaret bastante particular, ya que hablaba al corazón del hombre, era sabio y daba testimonio de lo que predicaba.

Este los invito a ser pescadores de hombres y ellos lo siguieron.

 

Bueno, resulta que este muchacho de Nazaret los invito a ir a un monte a pasar el día y rezar.

Al llegar a la cima, empezaron a rezar, pero los tres amigos se dispersaban o les costaba quedarse en oración.

Sin embargo, el muchacho de Nazaret seguía rezando con mucha convicción.

Cuando ellos levantaron la mirada vieron que al muchacho de Nazaret vestido de un blanco resplandeciente.

Tan blanco que te cegaba.

Y no solo eso, vieron a Moisés y a Elías hablando con él.

Pedro, lleno de alegría exclamo: “¡Amigo! ¡Qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Disfrutemos de este gozo y compartamos.”

Juan y Santiago no podían hablar del miedo que tenían al ver semejante escena.

De repente una nube cubrió toda la zona y se escuchó una voz del cielo que decía: “Este muchacho de Nazaret es mi hijo muy querido, escúchenlo” Inmediatamente desaparecieron todos y el muchacho de Nazaret les pidió a ellos que no dijeran nada hasta que el hijo del hombre vuelva victorioso de entre los muertos y ellos cumplieron esto.

Pedro, Santiago y Juan vivieron a la experiencia de la consolación.

La experiencia de encontrarse con el verdadero rostro de Dios y sentirse plenamente amados por él.

 

Hoy te invito a sacarle la careta de a Dios y encontrémonos con su rostro verdadero.

A sacarle la careta que le pusimos a Dios y nos oculta su rostro verdadero para encontrarnos con su mirada profunda al corazón y su amor.

 

Te dejo este tip hoy: Hacé una lista escribiendo la o las imágenes que tenes de Dios y luego pedile a Dios poder sacarle la careta que le pusimos de carnaval y que se transfigure enfrente nuestro mostrándonos su rostro.

Además de poder pedirle sentirte amado y visto por su mirada amorosa.

Y si logras encontrarte con el verdadero rostro de Dios contéstate en una hoja y contempla: ¿Con que mirada te mira o a que/quien te recuerda esa mirada de Dios?

 

Pd 1: Te dejo una canción para que te ayude a rezar en https://www.youtube.com/watch?v=Nk-6ldeRDq8 .

 

Pd 2 : El muchacho de Nazaret, se llama Jesús.

 

Guido Lautaro Belloni