¿Un abrazo? ¿Unos matecitos?
¿Una charla?¿Una juntada?
¿Alguna cena improvisada? ¿Los amigos? ¿La familia?
¿El patio?¿Los pibes y pibas?
¿Una sonrisa? ¿Dios?
Ahora que estamos imposibilitados de poder compartir algún momento, de ver a las personas que querés físicamente. Ahora que nos damos cuenta de la importancia de compartir momento con el otro. Ahora que extrañamos los espacios donde solíamos pasar horas.
Ahora es cuando el amor nos hace amar más. Ahora es cuando nos percatamos de que nada lo encierra, que no existe distancia o dificultad.
Amamos cuando nos preocupamos por el otro, cuando mandamos un mensajito para saber cómo está pasando este tiempo, cuando llamamos, cuando salen esos te extraño desde el corazón, amamos cuando acompasamos a la lejanía.
Amamos cuando las distancias las acortamos entre risas, chistes, salvando al otro del aburrimiento, cuando somos portadores de esperanza.
Amamos cuando vivimos encontrándonos en la distancia, cuando pedimos por el otro, cuando estamos atentos al que está solo.
Amamos cuando queremos esos reencuentro, amas cuando contas el tiempo para salir, amas más cuando entendés que lo que te mueve es lo que antes era cotidiano.
Amamos cuando nos recordamos que siempre fuimos y somos amados. Cuando recordamos y nos dejamos abrazar por un Dios que es puro amor.
El amor salió en estos días a pasear por todas las casas, salió más que nunca y no nos percatamos, estamos lejos, pero para amar siempre vamos a estar cerca.
Amar en estos tiempos es urgente,
amar y abrazar en la distancia,
sonreírle a la soledad,
escuchar al otro desde la lejanía.
¡Ama hoy más que nunca!