Que poco me cuesta encontrarte. Sos parte de mí, sos el niño,el amigo,el necesitado,el alegre,el que sufre, el que está entre la multitud,el que está solo.
Te siento en el abrazo de alguien,en la sonrisa de un niño, en la simpleza de los más humildes. Te siento en la compañía del que está a mi lado. Te siento en la alegría de la gente que te tiene en su corazón.Te siento en el que llora. Te siento en mi oración, en el servicio. Te siento en el que necesita una mano.
No puedo escaparme de tu amor, ocultarme de tus gracias. No puedo dejar de pensarte, contemplarte, hablarte.
Por momentos no te pienso y apareces ahí,en la dulzura de alguien para recordarme que si estás, que siempre caminas al lado mío.
Que grande es tu amor y que chico es mi corazón, “es imposible que toda el agua del océano entre en un balde” y así es tu amor,no puede entrar en mi corazón, por eso la única opción es arrojarse a él, porque no hay miedo más fuerte que la seguridad que me da tu amor, Jesús.