Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: “Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez”.
“¿De dónde me conoces?”, le preguntó Natanael. Jesús le respondió: “Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera”.
Natanael le respondió: “Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel”.
Jesús continuó: “Porque te dije: ‘Te vi debajo de la higuera’, crees . Verás cosas más grandes todavía”.
Y agregó: “Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.”
¡Querida audiencia de Radio María! ¡Hola chicas y chicos, que van siguiendo esta transmisión!
Este Martes celebramos a los arcángeles: Miguel, Gabriel y Rafael. El texto del evangelio, que se interrumpe, nos trae el regalo del evangelio de Juan. Y es este encuentro con Nathanael al que Jesús le dice: “este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez”.
Qué lindo que Jesús diga esto de Nathanael ¿no? que lo tenga en esta tan alta estima: “¡Es un hombre sin doblez!”. ¡Qué lindo que Jesús dijera de cada uno de nosotros, los cristianos, sus discípulos “estos son mujeres y hombres sin dobleces”, porque son cristianos, porque me siguen a mí. Qué lindo ¿no?.
Y Nathanael le pregunta: “¿de dónde me conoces?”. “Yo te vi”, le dice Jesús, “antes que Felipe”, porque Felipe es el que lo ha ido a buscar. “Antes que felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera”. Y entonces viene el reconocimiento de Nathanael: “Tú eres el hijo de Dios, el rey de Israel”.
¡Pero fíjense!, nos vamos a quedar con esto: “Yo te vi antes que Felipe te llamara” “¿De dónde me conoces?”. ¡Dios siempre tiene la iniciativa en conocernos! ¡Nos conoce primero! Antes que alguien nos haya presentado el evangelio, antes que hayamos sentido incluso su amor “Él ya nos ha visto”, ya nos ama.
“Yo te vi antes”, dice Jesús. Ante la pregunta ¿de dónde me conoces?, rezar eso hoy. Rezar eso este día, que celebramos a los 3 arcángeles: Dios me conoce. Antes que yo me conozca, antes que yo tenga percepción de mí mismo Dios me conoce y me ama.
Antes que te viera sentado en la higuera, y que Felipe te llamara, antes. ¡Yo te conocía Nathanael! ¡Antes que nada, Dios me conoce! Es más me conoce más que lo que me conozco yo. Recemos eso hoy, Dios que me conoce desde antes que yo mismo me conozca.
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