El Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir.
Y les dijo: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Al entrar en una casa, digan primero: ‘¡Que descienda la paz sobre esta casa!’. Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa.
En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente: ‘El Reino de Dios está cerca de ustedes’.” Pero en todas las ciudades donde entren y no los reciban, salgan a las plazas y digan: ‘¡Hasta el polvo de esta ciudad que se ha adherido a nuestros pies, lo sacudimos sobre ustedes! Sepan, sin embargo, que el Reino de Dios está cerca’. Les aseguro que en aquel Día, Sodoma será tratada menos rigurosamente que esa ciudad.
Es muy bonito el Evangelio que acabamos de escuchar. El envió misionero de Jesús a sus discípulos. Jesús les confía la misión de llevar su gracia y su paz a muchos lugares donde pensaba ir él. Vayan, pónganse en camino, no tengan miedo, no lleven nada por el camino porque Yo los cuidare y les proveeré de todo para su sustento. Vayan a las casas, a las familias, compartan con ellos, transmitan la paz, bendigan. Curen a los enfermos. Díganle que no están solos, que Dios está cerca de ellos.
Hoy más que nunca las palabras de Jesús, su envió, deberían resonar en nuestro corazón más que nunca en estos tiempos donde muchos necesitan de Dios. Jesús es el que nos está enviando, es él que nos pide que salgamos y nos pongamos en movimiento. No podemos quedarnos encerrados, debemos buscar la forma en estos tiempos de poder llevar la bendición de Dios a los que se sienten solos y tristes. No podemos callar, no podemos quedarnos con los brazos cruzados. ¿Estamos en cuarentena? Sí, lo estamos. ¿Nos piden que nos quedemos en casa? ¡Si, eso nos piden! ¿Pero por todo eso nos vamos a limitar? ¿Por la pandemia no vamos a hacer nada? ¿Estás seguro? Siempre hay algo por hacer, siempre hay algo que tenemos que hacer.
Nada ni nadie puede, ni tienen impedirnos quedarnos con los brazos cruzados. Siempre hay alguien que necesita de la bendición de Dios y que cada uno de nosotros la podemos llevar. Si bien en estos tiempos no podremos armar movidas grandes o masivas, pero lo que si podemos hacer es misionar cerca de los nuestros. ¿Cómo está tu familia? ¿Cómo están tus vecinos de al lado? ¿Cómo están tus vecinos de la cuadra? ¿Cómo están tus vecinos del barrio? Por ahí siempre nos limitamos o ponemos excusas o tenemos miedo. Pero dentro de nuestro metro cuadrado siempre hay algo por hacer. Qué lindo fue ver por las redes sociales, por ejemplo, cómo muchas familias se preocuparon por sus vecinos y se acompañaban entre ellos, entre las que estaban aisladas por el covid, ver movidas solidarias por familias de carentes recursos. Que emocionante fue ver, por ejemplo, aquí en el norte era emocionante ver como los Pueblos se organizaron para hacer colectas en favor de los hospitales. Con creatividad, siempre cuidando las medidas de higiene, pero en movimiento.
El envío de Jesús tiene que estar más vigente que nunca en estos tiempos, renovada, pero siempre vigente. ¿Yo cómo puedo responder al llamado misionero de Jesús en estos tiempos? ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo llevar la bendición y la paz a los que lo necesitan empezando por los más cercano o mi metro cuadrado? ¿Soy consciente de que soy un instrumento de cercanía y de paz de Dios para los demás?
Hoy le vamos a pedir a Jesús la gracia de responder siempre a su llamado, le vamos a pedir la gracia de ser verdaderos misioneros en todo lugar, en todo tiempo y en cualquier circunstancia. Esa gracia le vamos a pedir a Jesús por intercesión de Santa Teresita, providencialmente hoy es su día. Santa Teresita es patrona de las misiones que nos enseña que con nuestras oraciones y obras ordinarias hechas con amor podemos salvar y llevar a muchas almas hacia Dios. Que Santa Teresita ruego por nosotros en su día.
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