Jueves 8 de Octubre del 2020 – Evangelio según San Lucas 11,5-13

miércoles, 7 de octubre de
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Jesús dijo a sus discípulos: “Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: ‘Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle’, y desde adentro él le responde: ‘No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos’.
Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario.

También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. ¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿Y si le pide un pescado, le dará en su lugar una serpiente? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan!”.

 

Palabra de Dios

 

Padre Matías Burgui sacerdote de la Arquidiócesis de Bahía Blanca

 

“Pidan y se les dará; busquen y encontraran; llamen y se les abrirá” Antes de todo me gustaría que esta frase de Jesús que encontramos en el Evangelio de hoy la tengamos siempre en cuenta ante cualquier circunstancia. Desde Niño me ha impactado la fuerza de su mensaje y a lo largo de los años lo encuentro muy vigente. Creo que son actitudes de confianza que tenemos que tenerla muy bien asimilada en nuestras vidas.

Los discípulos le pidieron a Jesús que les enseñara a orar. Jesús les enseña el Padre Nuestro. Y después profundiza la enseñanza con el ejemplo de una persona que en la madrugada va a pedir ayuda a su amigo, obteniendo lo que quería gracias a la insistencia.

Jesús nos enseña a orar con confianza, pero también con insistencia y perseverancia. Pero nuestra oración no va dirigida a cualquiera. Nuestra oración va dirigida a nuestro Padre Dios que dará “cosas buenas” a sus hijos que acudan a él. Es a nuestro buen Padre a quien nos dirigimos, que sabe lo que necesitamos y que en su misericordia y bondad siempre nos hace llegar su gracia. Nuestro Padre Dios siempre nos escucha. Somos nosotros los que debemos orar con confianza de hijos.
La certeza de que Nuestro Padre Dios nos escucha la podemos aprender de dos testimonios jóvenes. Santa Teresita y el próximo Beato Carlos Acutis tienen mucho en común. Ellos nos enseña que cuando oramos lo debemos hacer con todo el corazón. Siempre ellos nos cuentan que en muchas oraciones Dios siempre les concedió lo que más deseaban. Teresita tiene una enseñanza muy linda acerca de la oración, ella decía “Que grande es el poder de la oración. Se diría que es como una reina que en todo momento tiene acceso libre al rey y que puede alcanzar todo lo que le pide”. También Teresita decía “Para mí, la oración es un impulso del corazón, una simple mirada lanzada hacia el cielo, un grito de gratitud y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegría. En una palabra, es algo grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a Jesús”. Teresita decía “Dios nos hace desear aquello que quiere darnos”. Y hablando de los deseos, conociendo la vida de Carlos Acutis, que este sábado 10 de octubre será su beatificación, un joven enamorado de Jesús, se sabe que él deseaba conocer a los delfines que siempre le pedía a Dios poder conocerlos. Y unos de sus viajes, estando en el yate, aparecieron los delfines y pudo disfrutar de su compañía. Esa experiencia está grabada en video por el mismo Carlos que cualquiera puede acceder a esa información. Esto puede parecer algo pequeño, pero les aseguro que es muy importante y significativo. Cada vez que nosotros en confianza y perseverancia le presentamos a Dios nuestro deseos u oraciones él nos escucha y nos da lo que queremos. Repito, sólo basta confiar y ser insistente.

¿Cómo es mi oración? Cada vez que hago la oración ¿lo hago con confianza e insistencia? ¿la oración te está ayudando a confiar y amar más a nuestro Dios? ¿Tenes algún testimonio de que Dios en alguna oportunidad sentiste que escucho tu oración y te concedió lo que deseabas? Guarda siempre en tu corazón esa experiencia de Cielo.

Que tengan una bendecida jornada. Y no se olviden de seguir todos los acontecimientos en torno la fiesta de beatificación de Carlos Acutis que será este sábado. Que este nuevo Beato interceda por todos nosotros, especialmente por todos los jóvenes.