En la sonrisa y en un niño.
En un abrazo y un rostro.
En la persona que genera la paz y en la persona que es servicio.
En alguien que refleja amor y en alguien que lo construye.
En el rayito de sol en medio del invierno y en el café caliente.
En el sonido de una carcajada y en ojitos chinos de felicidad.
En una foto y un recuerdo, en unos ojitos llorosos y un corazón cargado de esperanzas.
En las ausencias y presencias.
En un “buen día” y un “te quiero”.
En el que necesita mis manos,mi voz y mis fuerzas.
Estás ahí,Jesús. Y es amando mi circunstancia que te encuentro, no es en las grandes cosas, no es sólo en las cosas lindas, es en lo difícil también; Porque amando lo pequeño, lo sencillo de cada día, te encuentro.