En medio de una nueva normalidad, en donde ver lo bueno no se ha vuelto tan normal, en donde disfrutar de lo simple requiere doble esfuerzo, en donde escuchar palabras de aliento es un verdadero prestigio. Justo ahí, tal como Dios lo soñó, llegó Carlo Acutis. Este joven beato que no para de impresionarnos.
Este joven que nos reaviva el corazón y nos recuerda que hoy es nuestro tiempo y no debemos postergar la elección de la santidad.
Su vida completa nos enamora más de Jesús, de ese Jesús que eligió quedarse con nosotros en la eucaristía.
Su amor por María nos recuerda que es la Madre de la Iglesia, la Madre de todos y que en este momento de tanta dificultad, está incondicionalmente para abrazarnos.
Su alegría por sentirse amado por Dios nos alegra y trae paz porque todos, en el fondo, sabemos que somos su discípulo amado.
Su pasión por compartir el Evangelio nos impulsa y nos enciende nuevamente, nos viene a remarcar que somos verdaderos misioneros.
Su valentía para cargar su cruz nos muestra el camino a tomar frente a tantos pesares que guardamos en este tiempo.
Que puedas adoptar a Carlo como tu amigo, tu intercesor para que te recuerde cada día que hoy ¡PODÉS SER SANTO!