Este salmo a dos coros es una oración de compromiso que recoge el poderoso discurso que hizo transformar la vida de “miles” de personas (Hch 2,14-47).
Rézalo solo… o mejor aún, ¡en comunidad!
TODOS: Jesús, hermano nuestro y profeta del Reino de Dios,
conviértenos en discípulos que te siguen con pasión,
de los que se comprometen a fondo y entregan su vida,
para ser, junto contigo, profeta de un mundo mejor.
Somos jóvenes valientes,
cristianos de verdad,
jóvenes locos y apasionados,
capaces de saltar a la actividad.
Haznos forjadores del presente,
decididos en la lucha contra el mal,
que somos vehículos de diálogo,
promotores de comprensión y paz.
Somos jóvenes siempre nuevos
por tu gracia, amor y perdón,
queremos ser portadores
de tu Buena Nueva de salvación.
Tratamos de seguirte en firmes pasos,
vence nuestras debilidades,
danos tu fortaleza
y mantén en nosotros tu Espíritu.
Vamos adonde nos mandes
a insertarnos en el mundo
llevándole alegría y amistad,
somos portadores de la vida y la unidad.
Queremos acudir adonde sea
y aceptar cualquier tarea,
perder angustia y miedos
con tal de proclamar tu bondad.
Como Iglesia joven de hoy,
que se esparce por doquier,
laboramos en abrir caminos
por donde hacer el bien.
Queremos comprometernos,
ser diferentes y hacer una diferencia,
quédate siempre con nosotros
y ayúdanos a llevarte a los demás.
de los que se comprometen a fondo y con ardor,
para ser, junto contigo, profetas de un mundo mejor.