Jesús dijo a la multitud: “Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él.
Desde la época de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos es combatido violentamente, y los violentos intentan arrebatarlo. Porque todos los Profetas, lo mismo que la Ley, han profetizado hasta Juan. Y si ustedes quieren creerme, él es aquel Elías que debe volver. ¡El que tenga oídos, que oiga!”
En el Evangelio de hoy Jesús se pronuncia sobre quién es Juan el Bautista, él más grande nacido de mujer. Juan el Bautista es el Profeta que preparo el camino del Señor, él que predica a las personas sobre la conversión de los pecados. Juan el Bautista es aquél que no se calla para anunciar la verdad y denunciar lo malo. Es alguien humilde que se preocupa por disminuir y poner en el centro siempre a Dios.
Juan el Bautista es una de las figuras centrales dentro del tiempo de Adviento para ayudarnos a preparar el corazón para el encuentro con el Señor.
Juan el Bautista nos sigue hablando en estos tiempos. ¿Que significan para su mensaje de conversión? ¿Sus palabras frontales resuenan en mi corazón? ¿Sus mensajes de renunciar al pecado hacen eco en mi alma? ¿Estoy haciendo caso a sus exhortaciones? O ¿Trato de acallar su voz para que no me moleste en mi vida de mundanidad?
Que no le sea indiferente al mensaje de conversión de Juan el Bautista. Que sus palabras y ejemplo de vida ocupen un lugar importante en mi corazón en este tiempo de Adviento de tal manera que pueda estar bien preparado para encontrarme con el Señor.
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