Martes 19 de Enero de 2021 – Evangelio según San Marcos 2,23-28.

jueves, 14 de enero de
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Un sábado en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar espigas al pasar. Entonces los fariseos le dijeron: “¡Mira! ¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?”.
El les respondió: “¿Ustedes no han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus compañeros se vieron obligados por el hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió y dio a sus compañeros los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes?”. Y agregó: “El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado. De manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado”.

 

 

Palabra de Dios

Monseñor Ricardo Seirutti sacerdote de la Arquidiócesis de Córdoba

 

 

Este Martes, segundo de la semana segunda, Jesús atraviesa unos sembrados y los discípulos cortan espigas para comer. Acá aparece la libertad de Jesús, porque es Sábado, no deben alimentarse, no deben hacer aquellas cosas, los hijos de Dios, que habitualmente son necesarias para él como comer y descasar.

Podríamos decir que, les dice y les habla de la “libertad del hijo de Dios“. Esa libertad que está sobre el Sábado, que está aún sobre el día del descanso. El hijo de Dios, ha sido engendrado por el bautismo, es la libertad, en la libertad y  Jesús les hace ver “esa” libertad.

Que lindo que hoy, este Martes, que la liturgia nos propone este texto del evangelio, que es de Marcos,  nosotros también nos preguntemos: ¿ cómo hacemos uso de esa libertad, que como hijo de Dios, me ha sido regalada, me ha sido donada? ¿En qué cosas me esclavizo? ¿Y cuando soy tan libre como para actuar, no solamente como hijo de Dios, sino que, mirando el evangelio hacernos cada día más libre?

¡Como Jesús quiere! ¡Como Jesús quiere!

Sin vivir en el libertinaje o, sin hacer de la libertad un poder, todo lo contrario: la libertad de espíritu, la libertad que Jesús manifiesta en su vida. y que me invita a vivirla así. Porque por el bautismo soy hijo de Dios y los hijos de Dios son libres en el espíritu,  escuchando justamente aquella voluntad que Dios tiene para nosotros .

¡Un abrazo a todos y mi bendición!