Jesús les decía: “¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero? Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse. ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!”.
Y les decía: “¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará para ustedes, y les darán más todavía. Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene”.
¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero? Nos dice Jesús al principio del Evangelio que escuchamos en este día haciendo referencia a la utilización lógica de la lámpara. La lámpara fue hecha para alumbrar, no para estar escondida. Nosotros seguramente diremos dentro nuestro que obviamente es así. ¿Pero en qué sentido Jesús pone este ejemplo? ¿Que nos quiere decir o enseñar con esto? Muchos son los significados que se le dieron o le podríamos dar. La que más me gusta y que puede tener un significado muy profundo que nos podría ayudar es saber que la lámpara somos cada uno de nosotros y que la luz que tenemos dentro nuestro no la tenemos que ocultar, al contrario, tenemos que mostrarla para que alumbre a todos. Jesús en otro pasaje del Evangelio, ya nos dijo ” Ustedes son la luz del mundo”.
Para Santa Teresita es luz de la lámpara, que está dentro nuestro, es la caridad que debe alumbrar y alegrar, no sólo a los que me son más queridos, sino a todos… Por lo tanto la caridad no debe quedarse encerrada en el fondo del corazón, al contrario, debemos dejar que se manifieste en todo su esplendor a través de miles y significativos gestos de caridad. No nos olvidemos que la caridad es un don de Dios, es un amor expresado en obras. Es algo que nos asemeja a Jesús y nos acerca más él. Vivir de corazón la caridad nos hará felices, dará sentido a nuestras vidas.
Todos y cada uno, desde nuestra condición o edad, estamos llamados más que nunca a dejar que la caridad actúe en nuestras vidas y que se exprese en muchos gestos de buenas obras. No ocultemos lo más lindo y hermoso que tenemos dentro nuestro. Descubramos y experimentemos que la verdadera dicha se encuentra en darse a los demás y no en quedarnos encerrados en nosotros mismos.
Que el Señor en este día nos conceda la gracia de comprender que es la caridad, y que al comprenderla la vivamos de todo corazón.
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