Al atardecer de ese mismo día, les dijo: “Crucemos a la otra orilla”. Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya. Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua. Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal. Lo despertaron y le dijeron: “¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?”. Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: “¡Silencio! ¡Cállate!”. El viento se aplacó y sobrevino una gran calma. Después les dijo: “¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?”. Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: “¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?”.
Crucemos a la otra orilla le dice Jesus a sus discípulos hoy en el Evangelio según San Marcos; que invitación del Señor, que provocación, que desafío. No quedarnos inmóviles al borde del camino, no quedarnos paralizados por la situación que vivimos, no quedarnos expectantes a ver que pasará.
Hacernos protagonistas con el Señor de este tiempo tan complejo, dramático pero a la vez fascinante de nuestra historia, crucemos a la otra orilla. Sin dudas que en el cruzar la otra orilla, enfrentaremos tormentas y dificultades pero el Señor estará con nosotros. Que tengas un hermoso fin de semana.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar