Jueves 8 de Abril del 2021 – Evangelio según San Lucas 24,35-48

martes, 6 de abril de
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Los discípulos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”.

Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, pero Jesús les preguntó: “¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo”. Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies.

Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: “¿Tienen aquí algo para comer?”.

Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; él lo tomó y lo comió delante de todos.

Después les dijo: “Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos”.

Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras, y añadió: “Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto.”

 

 

Palabra de Dios

Monseñor Ricardo Seirutti obispo auxiliar de Córdoba y delegado episcopal para la Pastoral de Juventud Argentina

 

¡Muy feliz Pascua de Resurrección para todos ustedes!

Estamos celebrando esta semana la octava de Pascua, este Jueves los discípulos de Emaús que retornan a Jerusalén, dice que: “contaron lo que les había pasado en el camino y como lo habían reconocido a Jesús al partir el pan”

Todos los evangelios de estos días, incluído el Sábado en la Vigilia y el Domingo, nos hablan de “reconocer a Jesús”: ¡Y lo reconocieron!

Ante la dudas, agunos sienten miedo. Pero lo cierto es que, en algún momento “reconocen”:

María Magdalena cuando Jesús le dice: “María”, lo reconoció; los discípulos lo van reconociendo en el camino y cuando Jesús parte el pan, lo “descubren”.

¡Reconocer a Jesús!

Conocen los hechos y lo que ha ocurrido, ven a Jesús resucitado pero también es necesario que lo reconozcan ¿no?

Qué lindo para nosotros estos días. Conocemos los hechos, los acontecimientos, lo vivimos con nuestro corazón.

Vivimos la alegría y la paz que trae el Señor Resucitado, la Pascua: Reconocer el Señor, reconocerlo en aquello que nos dice, por su palabra. Reconocerlo en sus promesas, reconocerlo en la eucaristía.

Reconocerlo presente en mi vida: ¡ESE ES EL SEÑOR RESUCITADO!

No solamente “conocer” sino también “RECONOCER”.

Les dejo esa tareita, a ver si en estos días, no solamente vivimos la alegría y la paz de la Pascua, sino que, también tenemos que reconocer que el Señor está vivo, presente, resucitado entre nosotros.