Jueves 20 de Mayo de 2021 – Evangelio según San Juan 17,20-26.

martes, 11 de mayo de
image_pdfimage_print

Jesús levantó los ojos al cielo y oró diciendo: “Padre santo, no ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí. Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno -yo en ellos y tú en mí- para que sean perfectamente uno y el mundo conozca que tú me has enviado, y que yo los amé cómo tú me amaste. Padre, quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado, porque ya me amabas antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te conocí, y ellos reconocieron que tú me enviaste. Les di a conocer tu Nombre, y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me amaste esté en ellos, y yo también esté en ellos”.

 

Palabra de Dios

Monseñor Ricardo Seirutti Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Córdoba

Este Jueves, ya preparándonos para vivir Pentecostés, este fin de semana. El Señor Jesús, dice levantó los ojos al cielo y oró diciendo: “Padre Santo, no ruego sólo por ellos sino también, por lo que gracias a su palabra creerán en mí, que todos sean uno”.

Dos cosas hermosas del Señor: Para que quede en claro que está orando no solamente por aquellos que tiene en ese momento ahí adelante, los apóstoles, algunos discípulos, algunos hombres y mujeres que lo están siguiendo, sino también por todos aquellos que crean en su palabra. Nosotros, esos somos nosotros.

Hemos creído en la Palabra. En la palabra que se nos ha predicado, que nos han predicado, primero allá, más de dos mil años. Los apóstoles, los discípulos primero, pero después, a lo largo de generaciones se nos ha venido predicando y nosotros hemos creído. Y agrega el don de la unidad: “Que todos sean uno”
Le pide al Padre, ¡que seamos uno! Qué lindo hoy que pensáramos ¿no? en nuestra historia que nos antecede.

¿Cuántos predicadores de la palabra de Dios? Cuántos que nos han enseñado, catequistas también de nuestra fe, han tenido que ver en la fe que hoy, “yo tengo” . Y qué lindo elevar una oración por ellos,  así como Jesús la eleva al Padre por cada uno de nosotros, nosotros elevemos a Jesús una oración, en cualquier momento del día:

– Por todos aquellos que nos han ido regalando la fe.
– Por todos aquellos que nos han predicado su palabra.
– Por todos aquellos que nos han enseñado a vivir como iglesia.

 

Y no pensemos solamente en los inmediatos, porque eso a su vez han tenido a alguien que también les ha regalado y predicado la fe. Qué lindo hoy, recordar, a aquellos que hoy a través de la historia han ido predicando la fe y han llegado hasta mí. Esa es la fe que yo hoy tengo. Agradecida de que muchos, muchos hayan escuchado la palabra de Jesús y la hayan transmitido.

¡Que Dios los bendiga, muy buenos días!.