De amar no te canses que la humanidad necesita de vos y cuando pases ante la mía por favor de largo, no pases.
Que con tu sí en un chasquido se desvanece la mentira de que todo es malo de que nada bueno puede salir de la tierra herida.
Tal vez parece que nadie se pone en tu lugar y desgastan tus latidos ser siempre vos quien se mueva pero no dejes de mostrarme que el amor nos pone en movimiento para obrar.
Y ese movimiento nos lleva al hermano y salta los muros que nos separan, que la vida es para eso, para encontrarse en Sus manos.
Pero si te cansas no te olvides que es Dios quien ha decidido ponerse tus zapatillas y se ha agachado para que subas sobre Sus hombros más de lo que pides.
No escondas tus lágrimas desilusionadas, tu fragilidad es un tesoro de fortaleza y tu fatiga no es vana sino bienaventurada.
No te canses de amar pero si te cansas, no olvides reposar en Quien te ama de Verdad, y ello te baste y volverás a empezar.