Jesús dijo a sus discípulos: No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban. Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo estará iluminado. Pero si el ojo está enfermo, todo el cuerpo estará en tinieblas. Si la luz que hay en ti se oscurece, ¡cuánta oscuridad habrá!
Seguimos compartiendo el Evangelio de Mateo, el sermón del Monte donde Jesús nos propone su camino de vida, donde nos propone un camino exigente que profundiza la Ley y la lleva a su verdadero cumplimiento donde está nuestro tesoro estará nuestro corazón.
Una maxima que nos puede ayudar mucho en la vida, que es lo que nos preocupa que es aquello por lo que nos levantamos cada día, cual es aquella realidad que nos mueve a vivir a sufrir y estar siempre buscando algo más. El tesoro puede ser el Señor, puede ser el amor, puede ser la familia; o el tesoro pueden ser las riquezas el poder la fama el éxito.
Donde esté tu tesoro estará tu corazón, el Señor nos asegura que si ponemos el corazón en el tesoro de su amor y del amor a los demás ese tesoro es eterno, es para siempre; en cambio los tesoros terrenales son pasajeros, son efímeros hoy están y mañana no.
¿ donde ponemos nuestro corazón? ¿ cual es nuestro tesoro? Que tengas un hermoso día.
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