Le trajeron entonces a unos niños para que les impusiera las manos y orara sobre ellos. Los discípulos los reprendieron, pero Jesús les dijo: “Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos”. Y después de haberles impuesto las manos, se fue de allí.
Quienes se toman enserio el camino del seguimiento fiel a Jesús son conciente de que se deben a Dios en totalidad, desde la confianza y abandono como la de los Niños. Ser como Niños para ser partícipes del Reino de Dios. Abandonarnos y darnos totalmente a los brazos de Dios nuestro Padre, darnos en cualquier condición, abandonarnos en cualquier situación. Saber que estar en los brazos de Dios es el mejor lugar. Saber que Dios no te abandona, él siempre te cuida. Esta confianza nos lleva a dar esperanzas a los demás, incluso hasta dar la vida.
Hoy celebramos el día San Maximiliano Kolbe, cuyo testimonio de vida nos enseña sobre el abandono a Dios y su confianza total hasta dar la vida por el prójimo.
Hoy le pidamos a Dios la Gracia de confiar siempre en él, y también de dar las vida por los demás. Pidamos la Gracia de recordar cada día que Dios no nos olvida, que somos hijos pequeños amados, únicos e irremplazables, recordando que no nos abandona y nos da la fuerza para no rendirnos ante las pruebas de la vida a ejemplo de San Maximiliano Kolbe.