Felipe encontró a Natanael y le dijo: “Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret”. Natanael le preguntó: “¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?”. “Ven y verás”, le dijo Felipe. Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: “Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez”. “¿De dónde me conoces?”, le preguntó Natanael. Jesús le respondió: “Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera”. Natanael le respondió: “Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel”. Jesús continuó: “Porque te dije: ‘Te vi debajo de la higuera’, crees . Verás cosas más grandes todavía”. Y agregó: “Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.”
Hoy celebramos junto con toda la Iglesia la fiesta de San Bartolomé Apóstol, que en el evangelio se lo conoce con el nombre de Natanael. El color litúrgico de hoy es el color rojo porque celebramos a un mártir, a una persona que dio su vida por Jesucristo y dio testimonio. Acordate que el color rojo es el color de la sangre pero también el del Espíritu Santo, del que mueve al testimonio, del apostolado. Y descubrimos en el pasaje de hoy una experiencia de encuentro con el Señor, el encuentro de Natanael, experiencia personal de encuentro con Jesús.
Es importante vernos reflejados en esta necesidad que tenemos cada uno de nosotros de encontrarnos con el Señor, así que meditar este pasaje nos puede ayudar a profundizar en nuestra propia historia de vida, en nuestro propio encuentro con Jesús. Y poder orar mejor, porque es el objetivo siempre, llevar la Palabra a nuestra vida.
Te propongo algunos puntos:
Natanael, como decíamos, tuvo un encuentro con el Señor porque alguien lo llevó hacia Él. Es interesante ¿no? poder recordar a todas esas personas que a lo largo de nuestra vida nos han ayudado a conocer Jesús. Seguramente ya tenes en tu cabeza algunas caras, algunos nombres. Bueno, alguna catequista, nuestros padres, nuestros abuelos, amigos, sacerdotes, alguna religiosa. Esas personas que nos fueron acercando a Dios.
Natanael tenía a Felipe, su amigo, que le dice: “hemos hallado aquel del que se nos habló, el que estábamos buscando” O sea, el encuentro con el Señor, hace que el testimonio sea también más creíble. El encuentro con el Señor “nace” del testimonio de otra persona. ¡Que importante es vivir un encuentro personal con Cristo! pero también, ¡hacerlo conocer!
A Natanael le hablan de Jesús, hay un diálogo, por eso tiene que haber personas que te hablen de Jesús, que den testimonio en un diálogo personal pero también con sus vidas con sus acciones. Así que, si vos te encontraste con él Señor, anímate a dar testimonio, no seas tibio, no seas tibia, no tengas vergüenza. Por eso este “Ven y verás” se transforma en una invitación constante.
Hay mucha gente que por ahí te pregunta ¿Qué le ves de linda a la misa: hablar con Dios? ¿a orar? ¿estar en un grupo? ¿por qué estás con la biblia? ¿qué tiene de lindo todo eso? ¡Te falta llevarte el colchón nada más a la Iglesia, porque estás todo el día. ¡Bueno! ¿qué descubriste ahí? A eso, hay que responder: “Ven y verás”. Es una invitación al encuentro con aquel, que nunca ¡nunca! defrauda. Que es Dios. Dios necesita de tu testimonio. Vos, da testimonio después del resto se encarga Él
El Señor se encuentra con Natanael y le dice algo hermoso, dice: “este es un hombre sin doblez”. Ojalá que Jesús lo pueda ir de vos y de mí. Vivir sin doblez, ser transparente, sinceros, fieles, honestos, perseverante, veraces.
Tal vez te quedas corto y no llegas a alguna, pero qué lindo qué hoy te propones vivir en una de estas virtudes ¿no? Solamente proponetela, proponente hoy ser fiel, vivir en la sinceridad, en la simpleza en relación con Jesús.
Una virtud y que Jesús se alegró por vos así que deja de vivir la culpa, dja de vivir el peso de la conciencia porque seguramente ya desde ahora, vas viviendo cosas buenas y Jesús se alegra con vos, confía en vos, quiere renovar tu vida.
Jesús le dice a Natanael verás cosas más grandes todavía. Imagínate todo lo que quiere hacer el Señor en tu vida, todo lo que quiere transformar y renovar, solamente te pide que confíes en Él y que tengas apertura a su plan. Dios te sorprende siempre cada vez que vos lo dejas entrar en tu vida, te sorprende porque Dios es el Dios de las sorpresas, de las maravillas, ese Dios que te hace ser maravillas. Cuando llevas un camino con Jesús, llegas a ver maravillas.
Por eso pregúntate hoy: ¿Que cosas maravillosas ha hecho Dios en tu vida? Ya las descubriste: bueno, aprovecha hoy para agradecerle de verdad al Señor por todo lo que hace y va a seguir haciendo por vos.
Que tengas un buen día y que la bendición de Dios: Padre, hijo y Espíritu Santo te acompañen siempre. Amén.