Evangelio según San Mateo 3,13-17

jueves, 5 de enero de
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Entonces Jesús fue desde Galilea hasta el Jordán y se presentó a Juan para ser bautizado por él.Juan se resistía, diciéndole: “Soy yo el que tiene necesidad de ser bautizado por ti, ¡y eres tú el que viene a mi encuentro!”.

 

Pero Jesús le respondió: “Ahora déjame hacer esto, porque conviene que así cumplamos todo lo que es justo”. Y Juan se lo permitió.Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia él.Y se oyó una voz del cielo que decía: “Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección”.

 

Palabra de Dios

 

 

 

 


P. Raúl Gomez sacerdote de la Diócesis de Menzdoza

 

 

 

 

Nos encontramos en este domingo en el que celebramos el Bautismo de nuestro Señor Jesucristo. El relato del pasaje bíblico tiene que ver con Jesús que se dirige de Galilea al río Jordán, para recibir el Bautismo a través de su primo Juan Bautista. Cuando se encuentran Juan se niega al pedido de Jesús, sin embargo, Jesús le responde a Juan: “Déjame hacer esto porque conviene que así cumplamos todo lo que es justo”, todo lo que tiene que ver con la voluntad del Padre. Y el relato describe claramente como Jesús, al ser bautizado en el río Jordán, se abre el cielo, desciende el Espíritu Santo en forma de paloma, se coloca sobre Jesús y se oye una voz que dice: “Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección”.

Qué bonito es poder descubrir este bautismo de Jesús también como nuestro propio bautismo, cuando hemos sido iniciados en la fe católica, en la fe creyente, en el camino espiritual de seguimiento del Señor. El bautismo nos recuerda que hemos sido llamados de parte del Señor por nuestro nombre, para estar con él y para ser enviados a predicar la buena noticia, la Palabra, el anuncio del Reino. Este bautismo tiene consigo ese sello que Dios coloca en la vida de cada creyente como lo mostró en su Hijo Jesús, reconociéndolo con esa voz: “Este es mi Hijo muy querido” “Este es mi Hijo, el predilecto, pongan toda su confianza en Él”.

¿Qué significa para nosotros que también nuestro Padre Dios nos descubre a nosotros como sus hijos muy queridos a través de Jesús? Nosotros somos la obra más preciosa que Dios ha querido crear. Y una obra que tiene que ver con ser semejantes al Señor, ser semejantes a Jesús, ya que hemos sido creados a imagen y semejanza del Señor, y debemos reproducir en nuestra carne la imagen plena de Jesucristo. Pablo va a decir en la carta a los Filipenses que debemos tener “los mismos sentimientos que Cristo Jesús”.Por eso el bautismo tiene para nosotros esta característica de llamado para estar con el Señor, un llamado que nos marca a fuego en el alma, en el corazón, esta identidad de ser hijos de Dios, y por otro lado el impulso a ser anunciadores de las buenas noticias que el Señor nos regala.

Querido hermano, querida hermana, que este bautismo de Jesús nos renueve desde lo profundo para recordar que no estamos solos en el camino de la fe, sino que el Señor está con nosotros, somos una posesión del Señor. Sobre todo somos el sueño de Dios para que podamos concretarlo, buscando estecamino de seguimiento, de renuncia,de entrega, de abandono y de confianza en nuestro Padre Dios.

Que tengas un bendecido domingo, que el Señor sea luz y guía para tus pasos.

 

 

Radio Maria Argentina