Sábado 23 de Octubre de 2021 – Evangelio según San Lucas 13,1-9

lunes, 18 de octubre de
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En ese momento se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios. El les respondió: “¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera. ¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera”. Les dijo también esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?’. Pero él respondió: ‘Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás'”.

 

 

Palabra de Dios

 

 

 

Hay una llamada muy importante que Jesús nos hace hoy en el Evangelio, y es la llamada a la “Conversión”. Nos llama a la conversión no porque nos sucederían cosas malas, sino para convertirnos totalmente a él, convertirnos totalmente a su amor. ¿Que es la conversión? ¿En qué consiste? Es lo más radical que Jesús nos pide, que nos entreguemos y confiemos totalmente a él. Que toda nuestra vida esté orientada a su vida, que le demos todo, lo que somos y tenemos. ¿Alguna vez me puse a pensar si Yo me convertí de verdad? Si bien la conversión es don que Dios regala, pero también implica una disposición total de nuestra parte.

Cómo diría Carlo Acutis “La conversión es una cuestión de mirada, dejar de mirarme a mí para mirar a Dios; dejar de mirar para abajo, para mirar hacia arriba”. Estaría lindo por un lado ver los testimonio de los Santos cuando se convirtieron ¿Que les sucedió? ¿Cómo pasó? Y ¿Que hicieron? Para muchos el día de la conversión fue uno de los días más felices de sus vidas, porque es en ese momento dónde todo cambia para bien y para siempre.

Si bien Dios nos tiene paciencia y trabaja nuestro corazón. Pero tiene que llegar el momento en dónde “Yo” tengo que tomar una decisión, y esa decisión tiene que ser radical. Y Yo ¿Estoy dispuesto a jugarme totalmente por Dios? ¿Que estoy esperando? Cómo diría San Juan Pablo II ” No tengan miedo. Abran de par en par las puertas de su corazón a Cristo”.

Que el Señor en éste día nos de la gracia de la conversión. Que cada uno de nosotros nos ánimos a decirle “Sí” a Dios con nuestras vidas.