Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
Este jueves, el evangelio de Lucas nos cuenta que se acercaron algunos fariseos a decirle a Jesús que: “Aléjate de aquí porque Herodes quiere matarte”
En realidad son ellos que quieren. ¡Es verdad! que Herodes quiere matarlo pero lo cierto es que ellos son los que quieren que se aleje Jesús, pero Jesús les dice que ¡el tiene que seguir su camino! Hoy, mañana y pasados ¿no? tiene que seguir en la misión.
Y fíjense que, llegará el día, dice Jesús en que digan: ”bendito el que viene en nombre del Señor”. Y realmente, ¡Eh! cuando vuelva a Jerusalén, Jesús, toda la gente va a cantar en el Domingo de Ramos: “Bendito el que viene en nombre del Señor”.
Mirar a Jesús hoy y mirar cómo “nada”lo aleja de su misión. ¡Nada lo aleja de su misión!.
La prédica del evangelio, el ANUNCIO de la buena noticia, está primero que nada. Su presencia misma, Él es el bendito que viene en nombre del Señor.
¿Como actuamos nosotros mirando a Jesús? ¿En nuestro anuncio? ¿En nuestro llevar el evangelio, la buena nueva a otros? ¿Nos asustan a veces algunas “recomendaciones como éstas” y nos alejan de la visión que nos ha encargado Jesús?
Pensemos que, como Jesús, tenemos que seguir el camino hacia delante . Y esto que se dice de Él, “bendito el que viene en nombre del Señor”, también se dirá de nosotros, cuando vamos con el anuncio de la buena nueva.
Esa esperanza tengamos. Esa esperanza tengamos y que nada ni nadie nos aleje de aquella buena noticia que tenemos que darle al mundo de hoy.