¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros: ‘¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!’. Porque llegó Juan, que no come ni bebe, y ustedes dicen: ‘¡Ha perdido la cabeza!’. Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores’. Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras”.
Seguimos caminando el tiempo del adviento, el Señor que viene.Y el Señor que viene a nuestro encuentro nos revela hoy en el Evangelio de mateo la profunda humanidad, sencillez y simpleza del reino De Dios, de este Jesús de Nazaret que comía y bebía que compartía y comparte la vida con nosotros; con todo lo profundo y cotidiano que eso significa.
Por otro lado el riesgo de la inconformidad que tenemos ante el Señor que viene. Este corazón insatisfecho que no puede recibir con un corazón abierto la propuesta del Reino De Dios.
Como dice el Evangelio “le tocamos la flauta no bailaron, entonamos cantos funebres y no lloraron”, ojalá el Señor nos regale un corazón abierto para abrazar y aceptar en nuestra vida la profunda humanidad del Reino de Dios su simpleza y profundidad.
Que tengas un hermoso día