Hágase tu generosidad en mi egoísmo
tu ternura en mi crueldad
tu confianza en mis dudas
Hágase tu Presencia en mi soledad
tu gratitud en mi inconformismo
tu paciencia en mis ansiedades
tu valentía en mis intentos de huida
Hágase tu vida en mis muertes cotidianas
Hágase este pobre corazón tu hogar,
tu casa, tu refugio, tu cobijo.
Tú serás mi pan y mi alegría.