Evangelio según San Juan 1,29-34

viernes, 13 de enero de
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Al día siguiente, Juan vio acercarse a Jesús y dijo: “Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. 

 

A él me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo. 

 

Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que él fuera manifestado a Israel”. 

 

Y Juan dio este testimonio: “He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre él. 

 

Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: ‘Aquel sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre él, ese es el que bautiza en el Espíritu Santo’. Yo lo he visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios”. 

 

 

Palabra de Dios

 


 

Padre Raúl Gómez sacerdote de la Parroquia Santa Rosa de Lima de la Diócesis de Mendoza 

 

No encontramos en el segundo domingo del tiempo ordinario, del tiempo común, y la liturgia nos relata este Evangelio, en donde vemos la escena en donde aparece Juan Bautista con sus discípulos seguramente pidiendo acercarse a Jesús. Les dice: “Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”.

 

Juan Bautista relata en este Evangelio todo lo que él ha visto, todo lo que ha experimentado en el bautismo de Jesús, cómo se ha cumplido la promesa de Dios, la promesa de que el Mesías liberador, el Salvador se hace presente, se hace concreto, se hace Camino, Verdad y Vida. Juan el Bautista reconoce que él hace un bautismo de conversión, un bautismo en el agua, pero viene alguien más grande, más poderoso que él: y se refiere a Jesús que bautiza en el fuego y el Espíritu Santo. Ese es el bautismo que da la identidad de ser hijos de Dios, de ser creyentes, de ser cristianos, de ser otros cristos en el mundo.

 

Claramente Juan reconoce su misión y sobre todo anuncia lo que experimentó concretamente en su vida: cómo el Espíritu Santo descendió sobre Jesús, cómo permaneció y también cómo él da testimonio de lo que ha vivido de lo que ha experimentado.

 

Juan bautista es aquel que señala el camino a los creyentes. Todos aquellos que buscan al Señor siempre necesitan de un Juan Bautista, de alguien que les señale a quién deben seguir, a quién deben imitar. Por eso para nosotros la misión de este gran profeta del Antiguo y del Nuevo Testamento (porque Juan Bautista es la bisagra entre ambos), considerado el último de los profetas, sin embargo, Juan Bautista lleva a plenitud su misión, señalando el camino a otros, en donde deben seguir las huellas del Maestro, de Jesús.

 

Pidámosle al Señor que también nosotros podamos reconocer en Jesús al Cordero de Dios, y podamos señalar el camino a tantos hermanos que necesitan encontrarse con el Señor, así como a nosotros alguien nos mostró también el camino de Jesús. Que tengas un bendecido domingo y que esta Palabra sea un motivo de esperanza, consuelo y fortaleza para vos y toda tu familia.

 

Oleada Joven