Se acercaron a Jesús los discípulos de Juan y le dijeron: “¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?”. Jesús les respondió: “¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
Hemos comenzado nuestro camino hacia la Pascua, la Cuaresma, tiempo de conversión tiempo, como nos dice el Papa Francisco en la bella carta, de dejar de cimentarnos solamente en el tener, en el amontonar y fundar nuestra vida en el compartir en el sembrar el bien y en el dar.
El ayuno es un modo, un medio tradicional que la Cuaresma nos pone para ser más libres para recibir el amor del Señor y de ser más libres para amar concretamente a los demás.
No nos cansemos de hacer el bien: todas las prácticas cuaresmales, incluídas el ayuno, tienen sentido en la medida que nos preparan para el encuentro con Jesús.
Que tengas un hermoso día.