Mi respuesta a este Implacable ruido interior Será plantarle cara a las urgencias Y no dejarme arrebatar la paz No cambiar ansiedad por presente
Y aunque la agenda esté repleta Tomar coraje Y dejarle en claro a la vida Que al ritmo lo marca El tuntún sereno de mi corazón Y no la voracidad del ‘ya’
Me haré espacio para contemplar lo sencillo, lo esencial y al final descubriré, Al igual que siempre, Tan aliviada como asombrada Que nada era tan imprescindiblemente urgente Y que el mundo sigue girando Mientras los pájaros cantan Si yo opto por estar No en lo que sigue Ni en lo de más allá Sino en lo de dentro, en lo de más acá
Toda presente Decido asumir mi humanidad Y de entrada declaro que No puedo todo lo que quisiera Aún así, puedo justo lo que tengo que poder Y con eso alcanza para gustar este hoy
Basta que no me escandalice De mi propia impotencia y que abrace con ternura mi pobre entrega total que aunque a mí me parezca poco Es mucho porque es todo lo que tengo para dar.
Que en este día, Dios de la plenitud, lo urgente no quite lugar a lo importante, la serenidad de dentro no se deje arrebatar el ritmo por las ansiedades, la paz no se deje obnubilar por búsquedas desmesuradas. Que confíe en el ritmo de mi corazón porque ahí me caminás vos al tiempo que me llenás y en tu plenitud me hacés ser.