Jesús dijo a sus discípulos: «Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.» Este es mi mandamiento: Amense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.»
Hoy te propongo rezar juntos con la primera lectura del día, del libro de los Hechos de los apóstoles. Dice el texto que, reunidos Pedro en medio de ciento veinte discípulos, se dispusieron a elegir quien debía ocupar el lugar entre los apóstoles que Judas había dejado al separarse de ellos. Entre los dos candidatos, José Basabás y Matías, oraron así: «Señor, tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de los dos elegiste para desempeñar el ministerio del apostolado, dejado por Judas al irse al lugar que le correspondía.»
Qué perfil bajo habría tenido Matías que, estando de principio a fin entre los Doce -así dice el texto- nunca habíamos escuchado antes de él.
¡Cuántos entre esas multitudes que te buscan, que te siguen, sirven y celebran, pasando inadvertidos ante mis ojos, pero estando bien grabados en los tuyos, y en tus planes y proyectos! Tienes tus tiempos para cada uno. Tienes un lugar para cada uno en la comunidad, en la Iglesia, en la sociedad…
– ¿Sos de los que vive la fe inadvertido, sencillamente como uno más de la multitud? ¿O tenés actualmente un rol protagónico, al frente de alguna tarea o actividad en tu comunidad? – No hay un lugar mejor que otro, sólo etapas de la vida cristiana, carismas y servicios… Matías estuvo entre la muchedumbre, hasta ser convocado y necesitado en el servicio de los apóstoles, respondiendo con disponibilidad.
Demos gracias por nuestra comunidad cristiana. Nos llama Dios a cada uno… nos llamas por nuestro nombre, con cada historia, personalidad y sueños.
Sabes cómo y cuándo salir a nuestro encuentro, cómo y cuándo enviarnos al servicio… estando siempre con nosotros. Hoy renovemos nuestra confianza en Dios, y nuestra confianza en la comunidad, los grupos, parroquias, movimientos, familias, aquellos junto a quienes vivo la fe. Renovemos la confianza y la disponibilidad, que así como fue convocado Matías también me llamas a mí, y a cada uno, por el bautismo, y por tantas pequeñas o grandes tareas que se van necesitando, requiriendo. Recemos.