Ojos abiertos para contemplar

viernes, 17 de junio de
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Estuve gustando esta certeza: ¡El mundo está lleno de gente buena! Solo hay que saber mirar.

Ayer me crucé a un montón, ¿será que andaba con los ojos abiertos?

La gente del peaje, el chico de la estación, el vendedor que le deseaba a una clienta un hermoso día , el naranjita con el que charlé, los chicos del semáforo con quienes intercambiamos algunas palabras pero esencialmente la mirada , mis compañeras de trabajo (que son mucho más que compañeras porque el trabajo es mucho más que trabajo) haciendo del afecto gesto tierno, las alumnitas expresando su cariño, mi papá y su presencia amorosa sosteniendo y festejando mi vida, el chico que se sentó al lado en la rendida y la charla tranquila, los compañeros con quienes he compartido algún tramo del camino de la facu firmando en abrazos el afecto que se ha gestado, Martita haciéndome sentir su compañía, la gente amiga y su compañía cercana y sincera.

El mal existe, no lo voy a negar, también lo veo. Existe en mí, en otros y en las estructuras sociales. Aún así me sobreviene esta inmensa esperanza de saber que el bien es mayor, que la gente buena está en todas partes, haciendo del mundo un lugar más amigable, más tierno, más acogedor, más humano.

Ojalá ande con los ojos abiertos cada día, cada vez en mayor medida. Creo que el corazón es el lente por el que se mira. Ojalá ande todos los días con el corazón habitado para tener siempre una mirada cristalina.

En todo corazón hay semillas de Bondad, solo hay que saber mirar.