Jesús dijo a los fariseos y a los escribas esta parábola: «Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: “Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido.” Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.»
Hoy celebramos el Sagrado Corazón de Jesús, y el evangelio de Lucas nos presenta una de las parábolas de la misericordia, la de la oveja perdida, la de este pastor que tiene 100 ovejas una se extravía se va, deja las 99, la busca la encuentra, la carga sobre sus hombros, la vuelve al corral y hace una fiesta, porque hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte que por 99 justos que no necesitan convertirse.
Ese es el corazón de Jesús, un corazón que ama con los sentimientos más nobles, más hermosos, más perfectos; mirarnos en el espejo del Sagrado Corazón, será recuperar, para nosotros, la ternura, el cariño para un encuentro, para una cultura de paz y de la no violencia.
Que tengas un hermoso día.