Los ojos de Dios saben mirar a otros son ojos que saben posarse y amar mirando
Las manos de Dios saben gastarse, son generosas para darse, delicadas en el trato, tiernas en el contacto
El corazón de Dios es casa y pan, es punto de Encuentro, fuente de Vida, fiesta de la acogida, inagotable vertiente de Bien
Allí nos encontramos tantos hijos tuyos, hermanados en el Misterio de tu amor. El corazón descansa en la certeza de tenerte cerca, de llevarte dentro, de verte fuera.
El corazón, Jesús, solo descansa en tu Amor.