Esperanza desatada

miércoles, 21 de diciembre de

Andaba encorvada
hasta que llegaste Tú

Ya no veía
lo que algún día sí,
la ternura sin medida,
la acogida de la gente querida,
tu Presencia en mis días

Caminaba cansada,
los pies me pesaban
hasta que llegaste Tú
y desataste mi esperanza.

Me llamaste por mi nombre,
y al levantar mi mirada,
la Vida,
tus ojos me esperaban

Decidí dejar la sobrecarga,
el peso que doblaba mi espalda

Te miré,
sonreíste,
hace tiempo esperabas
que acogiera mi humanidad,
en su totalidad,
en su posibilidad,
en tu amor.