Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a Jesús: “¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?”. Jesús les respondió: “¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo. Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!”.
Comenzamos la semana con Jesús. A vino nuevo, odres nuevo dice Jesús en el evangelio de hoy. Esa es la obra que quiere hacer el Señor en nuestra vida. Odres nuevos, corazones nuevos, vida nueva. El vino es: “Su amor, su gracia y su misericordia “.
Jesús nos regala un corazón nuevo. Jesús no nos pone curitas ni parches en las zonas de nuestra vida que no están bien.
Jesús nos regala una existencia nueva, una existencia totalmente a Dios y a los demás. ¡Que tengas una bendecida Semana!