En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: ‘Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes’.”
Buenos días queridos hermanos de Radio María
Nos volvemos a encontrar en este miércoles, para compartir juntos la Palabra de Dios, en este evangelio según San Juan que hoy se nos hace presente.
Señor Jesús, que de alguna manera nos está preparando para su despedida, recordemos que el domingo próximo estaremos recordando la ascensión del Señor, poco después, un par de domingos más adelante, Pentecostés.
Es decir, de alguna manera se plantea el final de la Pascua celebrando a un Jesús que vuelve para estar sentado a la derecha del Padre.
Y un Jesús que también, más que una despedida quiere despertar en nosotros un deseo, una sed de recibir el Espíritu Santo para comprenderlo todo.
Esto no nos hace “omniscientes”, sino de alguna manera, es decir,bueno:
En las situaciones de nuestra vida, cuando estamos confundidos
En las situaciones de nuestra vida, cuando aparecen estas mentiras, que no son tanto por pecado sino, porque a veces no podemos comprenderlo todo, allí es donde:
Y quedarnos entonces con lo que Dios nos pide.
Es decir, una vez más, este Espíritu viene para iluminarnos, no para confundirnos digamos, ni mucho menos para obligarnos, al contrario, para que podamos hacer la voluntad de Dios pero aceptandola en nuestras propias vidas.
De allí que dice Jesús esto de, nos introducirá para que lo glorifiquemos.
Nos introduce en la verdad que necesitamos vivir, que necesitamos muchas veces descubrir, para poder glorificar a Dios entonces con nuestras acciones, con nuestras obras, con nuestra fidelidad.
¿Y si pero vienen momentos de oscuridad? entonces, “digo”, es eso lo que tenemos que tenemos que aprender a pensar y a detenernos
¡Que bueno es detenerse!
En ese momento cuando nos detenemos, es ahí cuando se nos permite:“ver la verdad” a la cual estamos llamados,
Y asistidos por el Espíritu Santo, vivir una vez más en nosotros la Pascua de Jesús
Digo: ¡Terminamos el tiempo! pero la Pascua no termina, sino que continúa en cada uno de los bautizados.
Demos gracias a Dios por esto.
Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas
¡Que Dios los bendiga!