Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén y envió mensajeros delante de él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento.Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén.Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: “Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?”.Pero él se dio vuelta y los reprendió.Y se fueron a otro pueblo.
La palabra nos presenta a Jesús, que decididamente, dice la Palabra, se dirige a Jerusalén, porque llega ya el tiempo de Gracia, el tiempo de Salvación, el tiempo de cumplimiento y de su elevación.
En este encaminarse, no sólo invita a sus discípulos a caminar con Él, sino que también los envía como mensajeros para que lo vayan anunciando, y en ese querer llegar a Jerusalen, los samaritanos no quisieron darle lugar, lo cual provoco el enojo y sed de venganza de parte de Santiago y de Juan, que por esto mismo se ganaron la llamada de atención de Jesús, sin embargo nada impidió que siguieran su camino, que siguieran hacia la meta, a la Jerusalén, para darnos Vida.
La voluntad y decisión de Jesús por Salvarnos, siempre es firme y fiel y lo sigue siendo, y no sólo eso, sino que así como invito a los discípulos para que lo acompañen y anuncien, hoy nos sigue llamando e invitando también a nosotros, convocados para caminar con Él, para prepararle el lugar, para anunciarlo.
Que bueno poder hoy nosotros renovar, en nuestros corazones, la alegría y la certeza de que Jesús nos sigue Salvando, que importante sería también seguir decidiendo con toda nuestra vida, caminar con Jesús, y buscar también Salvación. No sólo para nosotros, sino también y sobre todo preparando los corazones por donde Jesús quiere pasar, por dónde Jesús también quiere llevar Salvación.
Dios nos regale la gracia de poder responder nuevamente al llamado de Jesús, a seguir sus huellas y aunque muchas veces sea complicado y difícil, poder seguir el camino, siendo misericordiosos y deseando mostrarlo y anunciarlo.
Que tengas lindo día, Dios te bendiga.