Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.
¿Cuál es, entonces, el servidor fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su personal, para distribuir el alimento en el momento oportuno? Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo. Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. Pero si es un mal servidor, que piensa: ‘Mi señor tardará’, y se dedica a golpear a sus compañeros, a comer y a beber con los borrachos, su señor llegará el día y la hora menos pensada, y lo castigará. Entonces él correrá la misma suerte que los hipócritas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
Palabra de Dios
P. Cristian Salomón sacerdote de la Arquidiócesis de Rosario
“Estén prevenidos, atentos”, nos dice Jesús hoy, porque no saben cuando llegará su Señor.
Estar prevenidos, atentos, no es otra cosa que estar bien dispuestos, estar siempre listos, para salir al encuentro, Al encuentro del Señor Jesús. Estar preparados, atentos, despiertos, mirando y buscando por dónde viene y de pie, porque llega en cualquier momento y de sorpresa, sin dejar que nada me enriede y me haga tropezar al momento de salir al encuentro de quién trae luz y fiesta a mi vida.
“Dichosos, felices los servidores que el Señor encuentre listos cuando llegue”… no hay nada más bello y gratificante que el encuentro con alguien que te Ama y que sabes que llega, pero que díficil y complicado es esperar y estar atentos… sería mas fácil que nos envie un Wattsaap, pero no, Él siempre llega de sorpresa y generalmente cambiando todos los planes, para que no estemos ni distraidos, ni ocupados en otras cosas, que no sea esperarlo. Parafraseando una canción Salesiana, creo que sería asi: “nosotros esperamos a Jesús, estando siempre alegres, haciendo bien las cosas que tenemos que hacer como Jesús lo quiere”.
“Les aseguro que cuando llegue, lo hará administrador de todos sus bienes” Esperar de pie, sin nada que nos estorbe, ni enriede, con el corazón encendido, atentos para salir a su encuentro, confiados y alegres porque Él llega, y porque su llegada tiene su retribución, la Vida misma del Resucitado en nosotros, obrando y haciendo fecunda nuestra vida, haciéndonos portadores de su Gracia y Salvación.
Señor, no sabemos cuando como vas a llegar, sí sabemos y creemos que siempre Estás, por supuesto llegando de sorpresa, y de distintos modos, en el enfermo, en el necesitado, en situaciones diarias de la vida, en aquellos que se encuentran como nos dice el Papa, en las periferias, por eso te pedimos un corazón sencillo e inquieto, que sepa y quiera esperarte y buscarte en lo cotidiano, en los hermanos.
Que tengas lindo día, Dios te bendiga.